¿Te gusta recibir regalos? ¡A mí me encanta! Lo que más me gusta es mirar el tamaño y la forma del paquete, y tratar de averiguar qué es lo que se esconde debajo del papel de regalo 😀
Cuando era niño, recuerdo que le pedí a mi padre un Meccano por mi cumpleaños. Ese día cuando me desperté, ¡tenía una expectación tan grande! Vi que en mi habitación había una caja recubierta de papel de regalo, pero mi padre me dijo el día anterior que esperase hasta que fuesen por lo menos las 8 de la mañana para despertarle y abrir el paquete juntos. Ahí estaba yo, esperando impaciente hasta que llegase la hora, sin poder dormir. Cuando por fin pude abrirlo, ¡era el Meccano que había pedido! Estaba tan feliz. Me tiré semanas enteras construyendo todo tipo de objetos con las diferentes piezas metálicas que venían en la caja. Fue uno de mis regalos favoritos =)
Dios nos conoce, y sabe cuán felices somos cuando recibimos aquello que pedimos. ¿Habías pensado alguna vez que Dios se alegra al darnos cosas? Él se goza al ver como “abrimos” los regalos que Él nos hace.
Jesús dice: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo” (Juan 16:24, RVR95). No debes tener miedo a pedir cosas a Dios, al contrario. Él es un Padre perfecto, y se alegra en bendecirnos. ¡Dios quiere contestar tus peticiones!
Querido(a) amigo(a), que en este día las respuestas de Dios a tus oraciones te sorprendan. ¡No dejes de orar!
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